lunes, 4 de octubre de 2010
"Autódromo", de Octavio Botana
"El “Autódromo” es un lugar que existe más allá de su condición física, es aterritorial. No podría haber concebido el cuento en otro espacio que no fuera ése. El hecho de que sea redondo, ovalado más bien, le confiere un aspecto de eterno retorno, de espacio sagrado al que volver una y otra vez, al que retornas sin ni siquiera darte cuenta, como un bucle temporal que te encalla y te devuelve a la madriguera. En el autódromo suceden cosas que los tres protagonistas no logran entender, pero no importa. En el prefacio-espejo se dicen cosas al respecto de la veracidad de la historia. Como con mi padre, todo es ficción y realidad, según el prisma utilizado para mirar. Mi padre es protagonista indirecto de la novela. Ahora mismo -en plan Orfeo//Eurídice- bajaría a buscar a mi padre para que volviese unas horas y se leyese la novela. Luego la comentaríamos (seguro que no le gustaría mucho, no le apasionaba la fantasía, you know…) y nos echaríamos unas risas durante un rato. La novela está dedicada a mis hermanos, y es también un claro homenaje a mi padre, a los padres, a mi familia, a las familias."
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