EL ALMANAQUE DE MI PADRE



Un pasado debe ser tan familiar que se lo pueda revivir mecánicamente y tan inesperado que nos sorprenda cada vez que volvamos a él: entonces es apto para la fantasía
.
Cesare Pavese










domingo, 4 de julio de 2010

Hipotenusas (y algún que otro cateto)


Venga, lo digo ya: nunca hice ningún trabajo de dibujo técnico. Fue él, mi padre, quien los hizo todos. Y yo con nota destacada aprobando y sirviendo de ejemplo para el resto de alumnos. Y el profe cayendo en la trampa. Que si el lápiz de dureza H2, que si la escuadra y el cartabón, el compás, la tinta china, que si el Rotring de punta 4 y yo qué sé más. Nunca hice nada. Y él encantado, me los acababa en diez minutos y me explicaba cómo lo hacía, pero nunca me presionó para que “a la próxima” me lanzase a hacerlo yo. Mejor, honestly, que fuese así.

Me encantaban los cuadernos de vacaciones, qué se le va a hacer...

2 comentarios:

  1. Añoro de veras aquellos cuadernos de vacaciones. Solían ser mucho más divertidos que lo que nos hacían hacer en clase durante el año. O, al menos, así me lo parecía al inico del verano. Nunca llegué a terminar ninguno, porque mi entusisasmo disminuía a medida que avanzaban las vacaciones.¡Pero que ilusión ir a comprarlos!

    ResponderEliminar
  2. Sí, yo también los añoro, Elena.
    Gracias por tu comentario
    Saludos.

    ResponderEliminar